Bartleby el escribiente




10.6.04

Hace años, en mi juventud, abría los periódicos por la primera página. Me interesaba entonces la política internacional. Era la época de la guerra de Vietnam. Con qué pasión seguía yo los avances de las tropas de Ho-Chi-Ming y el relato del asedio a Saigon. Aquella sí fue una guerra. Y qué canciones de protesta tan bonitas se hicieron a propósito de ella. Con el tiempo me fui haciendo más apático y me limité a leer los titulares. Me acostumbré a abrir la prensa por la última página, para ver la programación de la tele. Ahora sólo leo las necrológicas. Ayer publicaban la de Steve Lacy. Lo vi tocar una vez en el teatro Alcalá Palace, de Madrid. Frío, enredado en sus notas, tenía pinta de no saber dónde estaba o de darle igual. Como durante una temporada Steve Lacy formó parte de mis referencias estéticas (el jazz) y sentimentales (fui con una chica que se tragó aquello sin rechistar porque entonces me admiraba), he recortado la nota y la he pegado en el corcho que tengo enfrente entre otros muertos significativos y suicidas ilustres. Se muere mucha gente de ésa época últimamente. Tendré que ser más exigente en la selección de notas necrológicas porque me estoy quedando sin hueco para pinchar la mía.