Bartleby el escribiente: 08.2004




16.8.04

En estos días, como estoy de vacaciones y no tengo nada que hacer, por las tardes me voy al centro comercial de aquí al lado, a mirar. Le he encontrado el punto. Ryszard Kapuscinski reproduce en Ébano las respetuosas palabras de un "guardián de las puertas" del palacio imperial de Haile Helassie; el tipo, con expresiones muy ceremoniosas, describe con detalle en qué consiste su trabajo: en abrir la puerta al paso del emperador, ni antes ni después, para que su alteza no tenga que alterar el ritmo de su marcha. Parecerá una tontería, pero yo me siento igual que Haile Helassie cuando entro en el centro comercial: justo un metro antes de llegar, las puertas automáticas se abren, y yo cruzo majestuosamente, pavoneándome un poco. Pero aunque me agrada, no voy sólo por eso. También voy por el aire acondicionado. Espero fuera unos minutos, aguantando el calor, y cuando ya no puedo más, entro. Ah, ese golpe de aire frío, qué placer. Soy como los conejillos de indias de los científicos, esas ratas a las que estimulan una neurona para que a cambio de una recompensa placentera repitan incansables una acción. Y así me paso la tarde, entrando y saliendo, unas veces sintiéndome Rey de Reyes y otras rata de laboratorio. Lo malo es que el guardia jurado se está empezando a mosquear de tanto verme entrar y salir.




14.8.04

El otro día estuve hablando con mi mujer. Habitualmente sólo nos transmitimos información o recibo instrucciones. Le contaba yo un viaje que hice hace tiempo. Ella me decía que no, que era imposible. Y argumentaba de forma irrebatible. Finalmente me convenció. Nunca hice el viaje que yo creía haber hecho, debí soñarlo alguna noche. Ahora tengo una duda grande: ¿cuánto de lo que sé de mí será cierto y cuánto soñado?




13.8.04

¿Os habéis dado cuenta de que dentro de 15.000 años es muy probable que no exista vida tal cual la conocemos hoy? A mí estas cosas me deprimen. Voy a la nevera, para olvidar, pero sólo hay una lata de sardinas y un yogurt de alta tecnología. Me pregunto quién habrá dejado ahí la lata de sardinas.




8.8.04

LA TIRANIA DE LA AUDIENCIA LLEGA A LOS BLOGS
He recibido una nota de mis patrocinadores anunciándome que en caso de que la audiencia de este blog no alcance una cota mínima, lejos de la cual se haya en este momento, me retirarán su apoyo y seré sustituido por una Radio Fórmula. Según parece, no soy rentable.
La medida, señala la empresa patrocinadora, atiende sólo a criterios económicos y no tiene nada que ver con los rumores según los cuales Bart es un bot, es decir, una rutina informática programada para generar posts de forma aleatoria. Tampoco son ciertas las informaciones que emparentan a Bart con Hal 9000, el ordenador de 2001, una odisea del espacio.




7.8.04

1. A eso de las siete de la tarde, enfebrecido y sudoroso, anoto lo que sigue en mi libreta: que si los poetas no lo hubieran nombrado, si los pintores no lo hubieran dibujado, si los dramaturgos no hubieran escrito sobre él ni los novelistas fabulado, el amor que sienten quienes lo sienten sería otra cosa o muchas. Se ama según se ha definido que se ame, y se pena de amor según se ha definido que se pene. Y la definición obedece a reglas de la estética, no a las inquietudes contradictorias y confusas tuya y mías, cotidianas. Decía que el amor es un Objeto Volador Sentimental No Identificado (OVSNI). La analogía con las siglas OVNI no es casual, sino buscada. Todos los abducidos que conozco describen a los extraterrestres de la misma manera: verdes, con la cabeza gorda, sin párpados, antropomorfos (un asco de tíos). Es decir, tal y como los han visto antes en el cine. Pues eso ocurre con el amor, que se goza o se sufre tal cual se ha representado que se goce o se sufra. Es lo que quería decir. "Nunca has estado enamorado de mí ni yo de ti", decía ella. Y estaba en lo cierto porque los que nos hacía buscarnos y desearnos no tenía nombre.
2. Un enigmático visitante de este blog, Sangre y Orgullo, reclama mi atención sobre un tema que yo ya creía olvidado: el culo y su función simbólica. Ando yo ahora enfrascado en la redacción de una Teoría del Primer Paso o Teoría de la Primera Frase, pues, como recordarán los más antiguos lectores de estos post, en su día lamenté que hoy el ligue fuera cuestión de una simple y anodina mirada y añoraba los tiempos en los que eran las argumentaciones fundadas las que te abrían el corazón (y eventualmente, las piernas) de la chica que te atraía. Quizá este estado de cosa se deba al estruendo que hoy reina en las discotecas y otros lugares de ocio. Pero por si fuera un déficit en la elocuencia y no cuestión de ruido me he embarcado en la tarea que comentaba. He de decir que se encuentra en estado muy avanzado, pues son varios miles las cuartillas que ya he escrito. No obstante, interrumpo con agrado mis estudios para dar satisfacción a Sangre y Cosmos.
Quienes la hayan leído quizá recuerden que la heroína de Historia de O era sodomizada en numerosas ocasiones. Aunque leí con agrado aquella novelita, discrepo de los métodos de iniciación que en ella se describen. Los tutores de O juzgaban demasiado angosto su orificio anal, por lo que procedieron a dilatarlo en distintas sesiones utilizando una técnica mecánica en absoluto adecuada, según mi opinión. Aclaro para quienes lo desconozcan que se recurría una serie de pseudopenes de cuero de distinto grosor. Yo soy mucho más partidario de la persuasión. Es de nuevo la palabra la que nos abre todas las puertas, incluso las traseras. Sangre y Fuego anuncia en su comentario novedades. No sé obviamente a qué se refiere. Pero quizá apunte a un uso del culo que vaya más allá de la mera penetración. Hay un universo simbólico en la entrega del culo que hace de ésta el momento culminante de una relación. En este territorio es en el que me gustaría situar el debate. Espero aclaraciones de Sangre y Prejuicio.




4.8.04

Posdata 6
"Tú nunca has estado enamorado de mí", me dijo. Y era cierto. A esas alturas llevábamos conviviendo varios años, teníamos un hijo y habíamos dejado de ser jóvenes en zozobra existencial.
Lamento hacer esta revelación así, de sopetón: el amor es un Objeto Volador Sentimental No Identificado (OVSNI). Que Dios y las gentes sensibles y soñadoras me perdonen.
De la pérdida de la candidez, podría titular este post-exabrupto. Lo que hoy llamamos amor es algo que se le ocurrió cantar a un tipo allá por el siglo XII, con algunas anotaciones a pie de página de románticos de gesto airado y dispuestos a batirse en duelo por cualquier tontería (lo que expelen individuos como Antonio Gala o Jorge Bucay, por poner dos ejemplos muy aplaudidos, no cuenta, claro).
Las ideas abstractas y absolutas, el Amor, la Libertad, Dios, cosas así, quedan bien para los discursos, pero te joden la vida como te las creas. Cuántos ríos de lágrimas por amores desgraciados, cuántos cadáveres amontonados por la gracia de Dios o Alá, cuánto dolor y destrucción por una idea. Todas tienen un único origen: el miedo. Son ideas-refugio que contienen un alien devastador en su interior.
El amor no existe. Pero por culpa de un poeta que intentaba hacer olvidar el miedo y el horror de las matanzas, las hambrunas y la peste, es el tronco al que se agarran desde entonces todos los náufragos.
"Tú nunca has estado enamorado de mí...", recuerdo que me dijo, "ni yo de ti", concluyó.





3.8.04

A las siete de las tarde estoy hecho polvo; a las ocho, deprimido; a las diez me caigo de sueño; a eso de las doce de la noche empiezo a sentir que me despierto. Y a las dos de la mañana estoy como nuevo. Debería vivir en Australia.