Bartleby el escribiente




4.8.04

Posdata 6
"Tú nunca has estado enamorado de mí", me dijo. Y era cierto. A esas alturas llevábamos conviviendo varios años, teníamos un hijo y habíamos dejado de ser jóvenes en zozobra existencial.
Lamento hacer esta revelación así, de sopetón: el amor es un Objeto Volador Sentimental No Identificado (OVSNI). Que Dios y las gentes sensibles y soñadoras me perdonen.
De la pérdida de la candidez, podría titular este post-exabrupto. Lo que hoy llamamos amor es algo que se le ocurrió cantar a un tipo allá por el siglo XII, con algunas anotaciones a pie de página de románticos de gesto airado y dispuestos a batirse en duelo por cualquier tontería (lo que expelen individuos como Antonio Gala o Jorge Bucay, por poner dos ejemplos muy aplaudidos, no cuenta, claro).
Las ideas abstractas y absolutas, el Amor, la Libertad, Dios, cosas así, quedan bien para los discursos, pero te joden la vida como te las creas. Cuántos ríos de lágrimas por amores desgraciados, cuántos cadáveres amontonados por la gracia de Dios o Alá, cuánto dolor y destrucción por una idea. Todas tienen un único origen: el miedo. Son ideas-refugio que contienen un alien devastador en su interior.
El amor no existe. Pero por culpa de un poeta que intentaba hacer olvidar el miedo y el horror de las matanzas, las hambrunas y la peste, es el tronco al que se agarran desde entonces todos los náufragos.
"Tú nunca has estado enamorado de mí...", recuerdo que me dijo, "ni yo de ti", concluyó.