Bartleby el escribiente




7.6.04

Un vistazo apresurado al post anterior ha podido hacer pensar a algún lector que intento "seducir", en el sentido más convencional del término, o que busco una cita. No es eso. He de aclarar, antes de seguir, que hace años lo intenté dos veces, lo seducir, y las dos fui rechazado. "Te quiero como amigo" me dijeron en ambos casos (eran otros tiempos y se decían estas cosas). Luego conocí a S. Y ya está. Dicen los sociobiologos darvinistas que las mujeres eligen a sus parejas en función de las cualidades que estiman que tendrán como padres; y que los hombres buscan cuantas más parejas mejor para hacer que sus genes se perpetúen. Fíjate. S debió de pensar que yo sería buen padre. Yo sólo intentaba no estar solo. Además, los ahorros de los dos nos daban para el piso (perdón por la frase costumbrista). No soy pues un seductor compulsivo y no veo cómo podría materializar una conquista en este estado de humanidad en suspenso en el que me encuentro desde lo de aquel día. Ahora deambulo por Google con frecuencia, y he pensado que podía hacerlo acompañado, de ahí el texto del post anterior. El sábado esperaré a que alguien quiera darse un paseo conmigo: abriré la ventana de mi Messenger a las once y cuando llegue nos iremos a ver páginas y páginas de pintores muertos, de músicos autistas, de amantes suicidas, nos descubriremos vínculos mutuamente y bucearemos a la vez en enlaces de otros individuos en suspenso. Hasta que tengamos sueño.