Bartleby el escribiente




2.6.04

Vengo observando, pues esa fue mi intención al añadir un contador de visitas al blog, la de observar, que las entradas en mi página se producen a todas horas del día, incluso a horas intempestivas, cuando yo ya me he recogido, y de distintas procedencias. El estudio laborioso de estos datos me ha permitido construir un mapa tridimensional que, a primera vista, tiene algo de la pintura del último Kandisky, pongamos por caso: desde Córdoba, a las 11.31 surge una línea que cruza la trayectoria de otra cuyo origen es Oviedo, y que fue trazada a las 10.24; a las 18.20 coinciden en mi blog A, de Zamora, y B, de México, instantes después de que haya pasado por alli C, de Argentina, sin intuirse uno a otro. El espacio de Bartlebyelescribiente.blogspot.com que un anónimo de Madrid acaba de abandonar lo ocupa, aun caliente, una chica de Zamora. No sé por qué, me he acordado de aquella novela de Cortazar, Los premios, y me he visto en el lugar de su protagonista, cuando, con la guía del tren en la mano, estudia hechos simultáneos y trayectorias, como yo ahora. La verdad es que no recuerdo cómo acaba, pero tendré que mirarlo, por si acaso.