Bartleby el escribiente




19.6.04

Y esto es lo que veo mientras me voy quedando dormido gracias a las pastillas que me dan. El más joven es largo, muy largo, es Londres, es 17 de agosto de 1979, y empuña una Gibson SG roja con la pintura saltada en la caja y otros signos de deterioro. La Gibson gruñe por lo bajo mientras espera su turno. El otro es un negro que recorre las teclas del piano como con desgana, es el Ronnie Scotts Jazz Club, es madrugada y todavía había humo en sitios así. El negro es Champion Jack Dupree. Julio Cortazar habla de él en algún lugar, pero Google no me dice dónde, o no sé preguntarle, y ahora yo no lo recuerdo. Sí me dice que ya se ha muerto. Ella no ha leído a Julio Cortazar, Champion Jack Dupree le importa un huevo, o yo le importo un huevo, no sabe qué es una Gibson SG roja y prefiere irse a una discoteca con los otros. Una lástima porque tenía buenas tetas. El tipo de la SG percibe el gesto del negro y se lanza de cabeza cuesta abajo. Yo me pido otra Ginness. Se enredan en los doce compases del blues, susurran, se jalean mutuamente, gritan y se dan paso uno a otro como si hubieran ensayado mil veces, aunque tengo la sensación de que es la primera vez que tocan juntos. (Joder, tengo que dejarlo porque esos vienen apagando las luces). Me lo reproché mucho entonces (lo de no irme con ella), pero ahora que lo pienso, he olvidado sus tetas y su cara. Pero sigo viendo al negro y al tipo de la SG mirarse con intensidad, con el aliento contenido, esperando el momento de atacar un nuevo riff. Qué cosas.