Bartleby el escribiente




30.9.04

Estaba yo la otra noche jugando al Tetris, cuando, sin venir a cuento, empecé a pensar. Así, mientras le daba a la tecla, le di un repaso a los problemas del mundo y del individuo que me llevó casi media hora. Mi conclusión, aún provisional, fue que la angustia, la insatisfacción, el desasosiego y tantos otros males que aquejan al hombre proceden de las múltiples alternativas que la vida ofrece, y sobre las cuales no tenemos control alguno, pues dependen del azar en la mayoría de los casos. Satisfecho, seguí aporreando las teclas. Ése sí es un mundo que me gusta, el del Tetris: arriba, abajo, izquierda, derecha e intro. Y todo encaja.