Bartleby el escribiente




7.10.04

De todos es sabido que el aprendizaje vital es el aprendizaje del NO. Veamos unos cuantos ejemplos de carácter general: "No matarás"; "No mentirás"; "¿Quedamos?": "No"; "¿Bailamos?": "No"; "¿Me das tu teléfono?": "No"; "Esta noche No, que me duele la cabeza", etcétera. Así son las cosas. En mi opinión, hay una gran belleza en el No. Reparemos en cómo se curvan los labios, formando un círculo casi perfecto, al decir No; reparemos en la sonoridad del vocablo, en el eco de la "o", mayor o menor según el énfasis del hablante. Es más, fijémonos en la armonía del dedo índice levantado a la altura de los ojos, moviéndose rítmicamente de izquierda a derecha, como negativa, o en el balanceo elegante de la cabeza de un lado a otro al negar. Incluso el corte de mangas, una forma de decir No, en su rudeza, tiene cierta belleza salvaje. Me gustaría que pensarais en todo esto.