Estaba yo el otro día tomando una caña con un amigo, y me dijo: "¿Te vienes a filosofar un rato?". Yo había quedado con mi hijo para jugar al pádel (más que nada, a recoger las pelotas), pero como estaba de reserva (estar de "reserva" quiere decir que si no encuentra a un amigo, juega conmigo), y hacía buen día para filosofar, me animé. Y nada, que nos fuimos a un parque muy bueno para la especulación intelectual que hay aquí al lado. Nos buscamos un banquito, entre sol y sombra, y mi amigo dijo: "¿Qué, empezamos con el ser y la nada?" Y yo le dije: "Coño, no jodas, que es fin de semana". A mí los fines de semana me va más la filosofía oriental, el zen y todo eso. Así que encendimos un cigarrito y nos dedicamos, con ánimo científico, a mirar a las tías que pasaban. Y así se nos fue la mañana.